La tartamudez o disfemia es un trastorno de la comunicación y no un trastorno del lenguaje, se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés.
Los efectos psicológicos de la tartamudez pueden ser
severos afectando el estado de ánimo de la persona de forma continua. Además,
la tartamudez es una discapacidad muy estigmatizada, donde continuamente se
cuestiona la inteligencia y habilidad emocional de la persona que tartamudea,
pues se cree que con "calmarse" o "concentrarse más en lo que se
dice" se logrará hablar de forma fluida.
Sentimientos que son comunes, y muchas veces severos, en
las personas que tartamudean son vergüenza, miedo, ansiedad, enojo y
frustración. Una sensación de falta de control es común en quienes tartamudean,
todo lo cual muchas veces es causa de ansiedad o depresión, llegando a
convertirse en fobia social, en donde se teme tartamudear frente a las
personas, provocando en muchos casos el aislamiento social de quien tartamudea.
Comienza, de modo característico, entre el segundo y
cuarto año de vida, aunque se suele confundir con las dificultades propias de
la edad a la hora de hablar. Al final, solo uno de cada 20 niños acaba
tartamudeando y muchos de ellos superan el trastorno en la adolescencia.
Menos del 1% de los adultos tartamudea. Es de tres a cuatro veces más común en
hombres que en mujeres.
Tipos de tartamudez:
- Neurogénica o tartamudez adquirida: es producida por alguna lesión o golpe en el cerebro. El tartamudeo puede ocurrir en cualquier parte de la palabra. Tartamudean incluso cantando o susurrando. No muestran miedo o ansiedad.
- Psicógena: Es la menos común. Es producido por algún trauma severo. No muestra ansiedad.
- De desarrollo: Es la más común. Ocurre en el momento en que el niño se encuentra aprendiendo el lenguaje y el habla, alrededor de los 2 y 5 años. Cuando el niño aprende estructuras gramaticales más complejas es más el número de problemas.
- Tónica: caracterizada por las múltiples interrupciones ocasionadas por espasmos. Durante las interrupciones el paciente muestra rigidez y tensión facial. Es la que presenta peor diagnóstico.
- Clónica: caracterizada por las repeticiones de sílabas y palabras enteras, más frecuentes en consonantes que en vocal, más todavía en oclusivas y que se dan mayoritariamente a principio que en medio de la palabra.
- Tónico-clónica o mixta: es el tipo más frecuente, porque resulta difícil encontrar un disfémico puro tónico o clónico, la mayoría combinan los dos síntomas.
1) Herencia.
2) Trastornos neurológicos asociados de diverso orden.
3) Trastornos de lateralización: parecen existir diferencias en la forma de lateralizar el lenguaje entre los no tartamudos y los tartamudos, de modo que en los primeros se daría una mayor lateralización del habla hacia el hemisferio cerebral derecho que en los segundos, en los que predomina la lateralización izquierda.
3) Trastornos de lateralización: parecen existir diferencias en la forma de lateralizar el lenguaje entre los no tartamudos y los tartamudos, de modo que en los primeros se daría una mayor lateralización del habla hacia el hemisferio cerebral derecho que en los segundos, en los que predomina la lateralización izquierda.
4) Trastornos de la estructuración temporoespacial.
5) Trastornos del lenguaje en los tartamudos.
6) Disfunción de los circuitos de control del habla.
7) Problemas psicológicos.
Soluciones y tratamientos
La tartamudez es extremadamente compleja, no se puede eliminar de un día para otro; lo que quiere decir que se debe seguir un tratamiento global a través de algún especialista. El tartamudo debe dirigirse a un profesional experto que le pueda ayudar y seguir su caso. No hay por qué alarmarse. Debe intentarse identificar en qué cosas le está afectando y de qué manera.
- Es fundamental no reaccionar negativamente ante las dificultades que se experimentan, debe evitarse la manifestación de signos de ansiedad o impaciencia. Las autocríticas y censuras en este aspecto deben olvidarse por completo, y practicarse la relajación.
- Es recomendable obtener apoyo de amigos y familiares. Debe tratarse de identicar aquellas personas en la que se pueda confiar para compartir los avances en el proceso de afrontamiento.
- Deben potenciarse situaciones para conversar y hablar en un ambiente relajado y tranquilo, sin prestar demasiada atención a los fallos.
- Es bueno conservar el contacto visual natural cuando se esté hablando, reforzando la conversación con el lenguaje gestual, movimientos de cabeza, sonrisas...
- Debe hablarse abiertamente sobre la tartamudez, informar a los oyentes o participantes de una conversación si se necesita más tiempo para comunicarse. El tartamudo debe poder utilizar el tiempo que necesite para expresarse.
- La recuperación probablemente será un proceso largo y gradual, por lo que debe conservarse la paciencia y el respeto consigo mismo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe ha parecido realmente interesante esta entrada pero los ejercicios han sido muy originales
ResponderEliminarUn blog muy interesante, me ha servido de mucha ayuda para tener más conocimientos sobre este trastorno, y así poner en práctica estos conocimientos cuando me sea necesario. Un saludo (;
ResponderEliminarLa verdad es que la tartamudez es un tema para mí misterioso, posiblemente porque no sé mucho sobre ello, y hace que para mí sea muchas veces incomprensible. Tengo una amiga, que si no te conoce bien, no tartamudea, pero si tiene confianza sí. Y yo hasta que la conocí, hubiese pensado siempre que sería al revés! Un saludo
ResponderEliminarUpps, pues casi que debería ser al revés!! Pero bueno poco a poco seguro que lo supera :)
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